Pasar una tarde en un skatepark puede ser lo más divertido del mundo. El problema viene cuando sólo hay un skatepark decente en tu ciudad y tienes que compartirlo con tropecientos tios-pesadilla haciendo truquitos y no dejándote hueco ni para respirar. Las Tormento somos muy aplicadas y de vez en cuando nos vamos al skatepark por la mañana antes de que aquello parezca la guerra y aprovechamos como sabemos y como podemos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario